
Quiero que sufras como yo cariño, ahora guardame rencor, no importa; quiero que sientas el dolor que siento, es esta amargura que hace tiempo llevo adentro.
La conciencia me dice que no lo puedo querer, y el corazón me grita que si debo. La conciencia me frena cuando lo voy a querer, y el corazón me empuja hasta el infierno, al abismo, dulce y tierno de sus besos. Cuando se aferra un querer al corazón, y la conciencia no tiene la razón; no valen los consejos. Cuando se prueba del fruto del querer, cuando se aprende a sentir mas de una vez, no queda mas remedio, que darle cielo y alas al amor, y hacer de lo difícil lo mas bello. La conciencia me dice, que lo debo olvidar; y el corazón me grita que no puedo, la conciencia no sabe, que no se puede hacer más, cuando te vuelven preso de unos besos, de un te quiero, del deseo, del corazón...
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