miércoles, 19 de noviembre de 2008

Te odio, te odio por haberte conocido, por ilusionarme, por hacerme feliz; te odio por cada palabra, por todos los "te amo"; te odio por todas las veces que me dijiste "nunca voy a dejarte", por cada sonrisa, por cada caricia; te odio por todas las veces que dijiste quererme. Te odio por estar con ella; por seguir hablandome, te odio porque estando tan cerca, estas tan lejos. Te odio por tus gestos, tu forma de hablar, por como me miras; te odio cada ves que me pedis perdon, te odio por haberme enseñado a amar, y por no enseñarme a olvidar.
Pero sobre todo, me odio a mi. Me odio por dejarme engañar, por ser tan ciega, por perdonarte; me odio por creerte cada palabra, por haberme enamorado de vos. Por seguir mirandote, por no tener fuerzas para sacarte de mi vida; me odio por no querer olvidarte, por soñar con vos cada noche; me odio porque sos lo primero que pienso al despertar, me odio por dejar que tu corazon traicionero robe mis sonrisas, esas que aunque finjidas, hacen creer al mundo que puedo vivir sin ti...

No hay comentarios: